Establecer una buena relación con los pacientes, es un factor fundamental para obtener resultados exitosos y expandir la red de personas que acuden al consultorio en busca de soluciones. Está demostrado que un paciente que tiene un buen vínculo con su ortodoncista, es mucho más propenso a seguir las indicaciones de forma adecuada.
Ganarse la confianza de los pacientes es un proceso al que hay que poner dedicación y tiempo, es por ello que les traemos una serie de puntos claves a tener en cuenta para mejorar las relaciones y volverlas sólidas, aplicando estos consejos, las probabilidades de generar vínculos reales y fuertes, aumentará exponencialmente.
1. Fortalecer la confianza
Todas las relaciones deben apoyarse en la confianza. Por esto debemos generar seguridad manteniendo conversaciones claras y sinceras. Tomarnos el tiempo necesario para conocer cuáles son las expectativas del paciente.
a) Comprender los objetivos de los pacientes
Asegurarnos de qué está buscando el paciente hará que nosotros podamos (a través de nuestra experiencia profesional) cumplir con sus expectativas.
Los pacientes generalmente tienen sus propias ideas acerca de la causa de sus problemas y qué es lo que les puede ayudar. Conocer lo que el paciente sabe, cree y espera acerca de su tratamiento, nos ayudará revelarnos información sobre sus ansiedades y motivaciones.
b) Empatizar con sus problemas
Aunque los pacientes quieren tener toda la información disponible, la evidencia sugiere que la información no es sólo lo que los pacientes necesitan. Por lo tanto es importante que también respondamos a sus expectativas emocionales y ayudarlos, proporcionarles seguridad, asegurarles el compromiso y motivarlos a llevarlo a cabo.
En todo momento debemos expresarnos de forma directa y honesta, siempre conservando el profesionalismo.
2. Escuchar al paciente
Aunque existan varios tipos de pacientes, hay algo que todos tienen en común: quieren ser escuchados. Por esta razón la escucha activa será un factor fundamental, es necesario que involucremos al paciente en la consulta y que escuchemos todas sus solicitudes y su historia.
a) Tomarse el tiempo necesario para escuchar
Escuchar no es oír, como profesionales de la salud, no podemos desconectarnos mientras nuestro paciente nos está relatando lo que le sucede. Por eso también será importante dedicarles el tiempo que sea necesario, no apurarlos ni interrumpirlos.
b) Asegurarnos de haber despejado todas sus dudas
Escucharlo activamente será la única forma de poder despejar todas sus dudas. Dejar en claro todas las dudas permitirá darle un diagnóstico más rápido y más acertado, lo cual derivará en un tratamiento oportuno.
c) Preguntar y mostrar interés sobre la historia de los pacientes
El paciente debe tener la sensación no solo de que le hemos estado escuchando, si no de que además le hemos entendido, por lo que puede sernos útil el repetir de vez en cuando alguna de las palabras o frases que nos diga, preguntarle sobre lo que nos está explicando o asentir de vez en cuando durante su intervención.
3. Explicar todo
Nunca debemos suponer que el paciente ya sabe de lo que le estamos hablando. Es importante evitar los términos rebuscados o muy técnicos, ya que nuestros pacientes seguramente no estén familiarizados con los términos médicos.
a) Brindar detalles acerca de todo lo que trasmitamos
Debemos explicar con lujo de detalles el diagnóstico, el tratamiento y los cuidados que debe llevar a cabo, dirigiéndonos a ellos de manera tal que puedan entendernos perfectamente.
Para dar información más detallada podemos incluso complementar nuestras explicaciones con folletos, videos o enlaces webs.
4. Realizar un seguimiento personal
Nos encontramos en una época en donde existe una gran variedad de medios de comunicación que agilizan la comunicación con las personas (Instagram y Whatsapp serán los medios más recomendados para realizar los seguimientos).
a) Mantenerse en contacto con todos los pacientes
Así que debemos utilizar la tecnología a nuestro favor para mejorar y fortalecer las relaciones con nuestros pacientes, sobre todo para mantener un contacto directo y acompañar en tiempo real la evolución de nuestros pacientes.
b) Demostrarles interés sobre ellos
Enviarles mensajes a nuestros pacientes preguntándoles si se están sintiendo cómodos con su tratamiento, o preguntándoles si les quedó alguna duda o necesitan algo, así como también, en caso de tener una relación más personal, preguntarles cómo les ha ido en alguna cosa específica, o enviarles un mensaje el día de su cumpleaños, dará cuenta que nos importa no como un “cliente” sino como persona.
El interés también debe estar presente durante la consulta presencial
Mostrarnos disponibles y atentos con nuestros pacientes, nos ayudará a que la relación con ellos sea más fuerte y con más confianza. Sin embargo, si preferimos no romper ciertos profesionalismos, podemos demostrar este interés durante la consulta, demostrando que estamos dispuestos a trabajar junto a ellos para lograr sus objetivos.
5. Ofrecer atención personalizada
Debemos conocer a cada uno de nuestros pacientes, tratar de saber cosas sobre su vida. Es sumamente importante que ellos puedan sentir cercanía por parte de nosotros como profesionales de la salud.
Al preguntarle por ejemplo acerca de su trabajo o sus aficiones, ayudamos a generar un ambiente más relajado y distendido.
TIP CLAVE: La mejor manera de generar confianza y empatía es llamando a cada paciente por su nombre.
Con esto nos garantizamos que cada uno de ellos se sienta más cómodo en cada una de las visitas. Al dedicar tiempo en escucharlos con detenimiento y de manera personalizada, le haremos saber que no vemos a nuestros pacientes como números y que nos importa estar al tanto de ellos y su evolución.
6. Humanidad y empatía
La palabra humanización es cada vez más utilizada en el área de la salud. Debemos ponernos en el lugar de nuestros pacientes para crear un espacio de confianza que mejorará la relación entre el profesional y el paciente.
a) Entender sus problemas y sus preocupaciones
Al escucharlos es importante tener en cuenta que muchas veces pueden encontrarse asustados o preocupados por el motivo por el cual llegan a nuestro consultorio, y aunque nosotros no podemos cambiar la realidad de lo que les sucede, sí podemos empatizar con ellos y llevarles calma mostrándoles nuestro apoyo para solucionar el problema en cuestión.
b) La importancia del lenguaje corporal
Dedicarles tiempos, mirar a los ojos, escuchar, sonreír, serán pequeños gestos que harán que nuestros pacientes se sientan cómodos y tranquilos. Confiando en que nosotros podremos brindarles soluciones.
c) Entender la importancia de la relación profesional-paciente
La relación que establezcamos con nuestros pacientes es de vital importancia, ya que lo que más valoran los pacientes en la relación profesional sanitario-paciente, es la confianza con su doctor, además de que aquel que tenga mejor relación con el profesional será más propenso a cumplir con las indicaciones de manera adecuada.
Pacientes felices = más pacientes
Por último no debemos dejar de recordar que nuestros pacientes serán nuestros mejores promotores, si se sienten valorados y conformes, no solo con los resultados del tratamiento sino con nosotros como profesionales, no dudarán en recomendarnos y de esta forma ayudarnos a llegar a más personas.